- Guía anti atascos para gente normal -

Cuando un desagüe traga mal, lo más probable es que esté atascado
Te cuento una forma de quitar los atascos tan simple y eficaz que cualquiera que sepa hacer huevos revueltos podrá hacerlo

Lo primero que quiero que sepas es que no soy fontanera, ni sé mucho de fontanería, ni nada que se le parezca. Por no ser, ni siquiera soy lo que podríamos llamar una “manitas”.

Esto es una limitación como otra cualquiera. Tampoco se me da muy bien hacer tortilla de patatas y eso no me impide llevar una vida normal.

Es lo que es y listo.

Si esto supone un problema para ti, lo mejor es que dejes de leer aquí mismo.

Muchas personas creen que para poder desatascar tuberías, se necesita tener, como mínimo, un poco de “maña”. Pero, no es así.

Hay algo mucho más sencillo, y al alcance de todos, que no depende en absoluto de los conocimientos de fontanería que uno tenga ni de su habilidad con las manos.

Te contaré una breve historia para que lo entiendas

Recuerdo la última vez que tuve un atasco en casa. Fue en la ducha.

Cada vez que me duchaba, el agua se quedaba retenida en el plato. Tanto se quedaba, que más de una vez tuve que cortar el agua para evitar que se desbordase e inundase el suelo.

Eso suponía esperar un par de minutos, ahí en la ducha, desnuda y mojada hasta que el nivel del agua bajaba.

Yo no sé tú.

Pero yo, eso, lo odio.

No solo me quedo helada (soy friolera por naturaleza), sino que convierte uno de los momentos más placenteros del día (al menos, para mí) en un momento realmente desagradable.

No lo puedo soportar. Me pone de muy mal humor.

Intenté varias cosas

Lo primero de todo, y como suele ser lo normal en estos casos, probé con un desatascador de ventosa.

Al principio, parecía que sí, pero, al día siguiente, vuelta a lo mismo. Agua subiendo hasta la señal de “Peligro de desbordamiento” y yo cortando la ducha. Para que te hagas una idea, era tal que así…

Por suerte. el atasco era en la ducha, así que podía elegir entre 2 opciones (ninguna buena): o quedarme congelada un par de minutos o pasarme, al menos, media hora recogiendo agua del suelo.

Al menos era la ducha. Solo de pensar que fuera el váter, me dan escalofríos…

Cogí la opción que me parecía menos mala: ¡Mejor, helada!

Después del desatascador de ventosa, probé con un desatascador químico.
Ya sabes, echas la mitad del bote o así, esperas unos minutos y ¡listo!

¿Listo? Y una m…..

Bueno, para ser justos, debo decir que el atasco mejoró algo, pero a los pocos días, ¡otra vez lo mismo!

Llegados a este punto, ya no se me ocurría qué más probar. Así que llamé a un fontanero.

En estos casos, de verdad, lo mejor es llamar a un profesional.

No sé si lo sabrás, pero los fontaneros están muy solicitados. Tanto que, antes de las 48 horas, no suelen venir, excepto si recurres a un servicio de urgencia. En ese caso, vienen rápido. Diría que a la misma velocidad que se vacía tu cartera. 

Pues bien, a los 2-3 días, vino el fontanero.

¿Qué hizo el fontanero?

Primero, quitó la tapa embellecedora del bote sifónico. Me refiero a la tapa esa metálica que hay en el suelo del baño.

Para hacerlo, simplemente, desenroscó con un destornillador el tornillo que la sujeta.

Luego, quitó la tapa del bote sifónico.

Esto no tiene ningún misterio. Solo hay que girar la manivela que tiene, en sentido contrario a las agujas del reloj, hasta desenroscarla. Después, hay que tirar de la tapa hacia arriba.

Acto seguido, abrió el grifo de la ducha para identificar, en el bote sifónico, la tubería correspondiente. Es fácil (ahora que lo sé, claro). Es la tubería por donde está saliendo el agua.

Una vez que sabía cuál era la tubería, metió por ahí un desatascador de muelle, que no es otra cosa que una especie de muelle largo (entre 3 y 15 metros).

Luego, empujo y tiró de él repetidamente hasta que empezó sacar “piedras” de jabón.

Diagnóstico

El desagüe estaba mal hecho y uno de los tramos de la tubería tenía una ligerísima inclinación ¡hacia arriba!

Resultado

El agua de la ducha (jabonosa, claro) no se evacuaba por completo y se quedaba una pequeña cantidad retenida en ese tramo. Esto hacía que se fueran acumulando restos de jabón justo ahí. Restos que, con el paso del tiempo, se habían sedimentado convirtiéndose en sólidas piedras de jabón.

Algo como esto, aunque solo un par como la más pequeña de la foto. 

Tiempo que estuvo en mi casa el fontanero…

10 minutos incluyendo los saludos y las despedidas.

Lo que pagué al fontanero…

60 €.

Lo que cuesta el desatascador de muelle en Amazon…

9,99 €.

Lo que pagué por no conocer el método más adecuado para quitar ese atasco…

60 € + varias duchas realmente desagradables + unos cuantos cabreos.

Como habrás visto, para hacer lo que hizo el fontanero, no se necesitaba tener un máster en fontanería, ni tampoco unas manos especialmente habilidosas.

Me sentí un poco idiota, la verdad.

No sé por qué había dado por hecho que se necesitaba de algún conocimiento o habilidad especial.

Y resulta que lo que único que necesitaba era conocer los métodos anti-atascos más eficaces en función del tipo de atasco (grado y lugar) y aplicarlos bien

Lo reconozco. Aquello me dio rabia. No tanto porque el fontanero me cobrara 60 euros, sino porque esa forma de pensar me había hecho gastar 60 euros innecesariamente, sin contar con lo de las duchas ni con lo de los cabreos.

Bueno… 60 euros, esa vez.

A los que hay sumar los X euros, incomodidades y cabreos de otras veces.

¡Menos mal que han sido pocas!

Con el furor de la rabia aún calentando mi cuerpo, empecé a informarme sobre cómo desatascar tuberías.

Leí un montón en Internet, vi muchos vídeos, pregunté a fontaneros… y me encontré que había muchos más métodos para quitar atascos de los que yo pensaba.

Métodos que puedes aplicar tú mismo ya que no se necesitan conocimientos o habilidades especiales. Tampoco se necesitan herramientas que solo puedes conseguir si eres fontanero.

Básicamente, lo que necesitas es ser capaz de seguir unas instrucciones. Eso sí, unas paso a paso y tan fáciles de seguir como la receta de los huevos revueltos

No, esto no significa que nunca más vayas a tener que llamar a un fontanero por un atasco. A veces, es absolutamente necesario.

Lo que quiere decir es que solo le vas a tener que llamar cuando el atasco realmente lo tenga que resolver un profesional. Atascos que, por otro lado, se cuentan con los dedos de una mano.

Pues bien, con toda esa información que he ido recopilando, he creado una guía anti-atascos para gente normal.

¿De qué va esta guía? ¿Qué aprenderé con ella?

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¿Podré quitar yo mismo cualquier atasco y nunca más tendré que llamar a un fontanero?

Con la guía anti-atascos para gente normal:

Asegurarte que podrás quitar cualquier atasco, sería mentirte. Hay atascos que solo un fontanero puede solucionar, pero esos se cuentan con los dedos de una mano.
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Preguntas y esas cosas

No, no es necesario. Pero, vamos, que si quieres leértela entera para tener una visión global, lo puedes hacer perfectamente. Hay personas a las que les gusta hacerlo así y, otras, a las que no. Ambas opciones son igual de válidas.

De todas formas, esta guía es básicamente una guía de consulta para que eches mano de ella cada vez que tengas un atasco. Está organizada para que, de un vistazo, sepas cuáles son los métodos más efectivos para desatascar el atasco en concreto que tengas en ese momento, así como la página donde se explican paso a paso.

Después, simplemente, tendrás que ir a esa página, leer detenidamente las instrucciones correspondientes y seguirlas.

Ni falta que hace. Lo único que necesitas es ser capaz de seguir unas instrucciones paso a paso, claras y precisas. Pero, es que, además, podrás ver un videotutorial del método que quieres aplicar. Uno rigurosamente seleccionado entre los cientos que hay en Internet. Con esto, sabrás exactamente lo que tienes que hacer en cada momento.

La respuesta es muy sencilla. Las personas que le van a sacar más partido son las que conocen muy pocos métodos (o ninguno) para desatascar tuberías y no quieren volver a pagar a un fontanero para hacer algo que ellas mismas pueden hacer.

También es para aquellas a las que les gusta ir al grano y quieren solucionar su atasco cuanto antes sin estar investigando ni historias de esas.

Sin embargo, esta guía no está pensada para las personas que prefieren no ocuparse de estas cosas y no les importa pagar a un fontanero (o a quien sea) para que lo haga. Tampoco es para los que les gusta pasarse horas leyendo artículos en Internet o viendo vídeos en Youtube para intentar solucionar su atasco.

Es una guía de 16 páginas en PDF, aunque todos los enlaces, incluidos los de los videotutoriales, son clicables. También lo es el índice y la tabla resumen de los métodos anti-atascos más eficaces.

Esto significa que podrás moverte fluidamente por ella en caso de que la consultes desde algún dispositivo electrónico (PC, tablet o móvil). Además, no necesitarás conexión a Internet para hacerlo, así que siempre estará disponible.

Por supuesto, si lo prefieres, también podrás imprimirla.

No, no hay reembolso. Si crees que esta guía no puede ayudarte a quitar los atascos, es mejor que no la compres y listo. Sin problema.

Tendrás acceso inmediato a la guía. Nada más comprarla, accederás a una página desde donde podrás descargártela. De todas formas, también recibirás un email con el enlace de descarga.

Si quieres identificar rápidamente el tipo de atasco que tienes en cada momento; conocer los métodos más efectivos que puedes aplicar para cada caso en concreto; tener instrucciones paso a paso, acompañadas de videotutoriales, para aplicarlos bien y quitar el atasco sin volverte loco buscando información o llamando al fontanero, con esta guía podrás hacerlo. A partir de ahí, tienes que decidir tú.
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